"Hay tantas realidades como puntos de vista. El punto de vista crea el panorama". José Ortega y Gasset

viernes, 25 de enero de 2013

Tú a Nunca Jamás, yo me quedo aquí.


Apareciste de la nada, con tu magia, con tu inocencia, como aquella simpática niña que se acerca a darte un caramelo deseando jugar contigo y vivir una “Toy Story”. Creciendo cada vez más en la imaginación de “Nunca Jamás”, sintiendo cada vez más un sueño efímero que se pierde tras las barreras de la realidad.

Acariciaba por momentos el instante de nuestro encuentro, perpetuo en mi mente, perpetuo en mi corazón. Creyendo que se trataba de una gloriosa de Ritley Scott, me sumergí en el tétrico y oscuro punto de mira de Tim Burton, indefenso de ese personaje que creó a la perfección con tanto esmero, tan ficticio y mágico como todo lo que toca.

Exceso de magia y, aparentemente, carente de cualquier atisbo de verdad. No hubo verdad en nada de esto. Ni sinceridad, ni nada que se le parezca, más allá de la que yo le quise poner. Chef de platos sin gusto, sin cuerpo ni esencia. El veneno que se ofrece con apariencia de manzana,  arma homicida que llegué a morder. Embelesador rostro producto de los hechizos que cautivan a tu público. “Sí os veis solos cabalgando por verdes prados, el rostro bañado por el sol… no os preocupéis, estaréis en el Elíseo… y ya habréis muerto.”

Ni al polen, ni a los ácaros. Sólo a tus polvos de hada.

El sol brilla más que nunca en mi rostro y ninguna nube va a tapármelo. Yo me quedo a este lado de mi mente, donde la poca felicidad que cada persona consigue sentir… es real y más intensa. Donde los sentimientos que cada persona consigue sentir… son reales y más intensos. Donde las personas transparentes lo son y todo lo que sea lo es. Donde todo lo que se consigue es producto del esfuerzo y el sudor y no de la imaginación. Donde cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria.

Intento hacer realidad mis sueños, no imaginármelos. Coge con G tu inocencia y tu puta magia y vete con ellas a “Nunca Jamás”  que yo me quedo en “Por Siempre Eternamente”… porque lo tuyo nunca jamás fue y nunca jamás será.

Cuatro filtros descansan en mi cenicero y un quinto se consume a punto de acabarse. La banda sonora de Pearl Harbor suena de fondo y mis dedos se mueven acariciando el teclado como si escribiesen para susurrar tus oídos.

Una carta sincera. Como todo Yo. Como nada Tú. Si tú, nada. Si yo, yo.

Quisiera en estos momentos que tú fueses tú sin ser tú. Que fueses esa persona que yo he conocido y no otra que se esconde tras ella. Que todo lo que conozco de ti fuese real y sincero. Que todo lo que he vivido no fuese una ilusión ni un sueño, si no verdadero.

Quisiera haberte podido dar el cien por cien de cómo soy… y no el diez. No me has dejado. No confío en ti. No puedo hacerlo sabiendo todo lo que sé. Sabiendo que no eres esa persona que quise conocer. Sabiendo que eres esa persona que sigues queriendo ser. Sabiendo que… todo esto ha sido dulce mentira, amarga verdad, para todos mis sentidos.

Es el momento de enfrentarme a mí mismo, de quererme, de respetarme y admirarme por cómo soy y por quién soy yo. Es el momento de ponerme frente al espejo y no solo mirarme, sino observarme. Es el momento de no traicionar más mi confianza ni mis deseos de ser feliz ni mis metas ni mi corazón.

Lo siento. Soy fuerte, me quiero… y sigo adelante con todo lo que me toque vivir.

3 comentarios:

  1. Lo has llevado como un experto... Y si has salido de verdades saldras de mentiras.. Un poco mas amargas, pero que con ganas, es cuestión de tiempo...
    La vida te tiene preparado algo muy grande!! Te lo digo yo...

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  2. Orgullosa de mi cuñaoo jajajja miraa que se me vuelve escritor y no nos damos cuenta jajaja :) estamos contigoo... vuelve prontooo!:)

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