PRÓLOGO
El sol en la cumbre del cielo los observa con
paciencia. Sus rayos caldean la mañana con más fuerza que nunca y apenas ofrece
tregua para respetar cualquier espacio de sombra por pequeño que sea. El
salitre de sus ropas continúa siendo incómodo como el día anterior. Las aguas
ya no embisten la costa y ahora simplemente se dedican a mecerse en la fina
arena.
Han pasado cuatro días desde que ocurrió todo. Sin saber
cómo, llegaron a ese lugar…
**
-¡Aníbal! ¡Venga, levántate que ya es muy tarde! ¡Y
ponte a estudiar que es lo que tienes que hacer!
Comienza el
día.
-¡Anda ya, anda ya! ¡Buenos días España! Son
las 8:00, las 7:00 en Canarias. No podemos quitaros el sueño pero si podemos
ofreceros empezar el día con buen pie. ¡Anda ya! con Fran Blanco…
Un día más
como otro cualquiera. Son casi 10 grados los que marca el mercurio en Córdoba
al principio de la mañana. El pueblo se levanta para realizar sus tareas
cotidianas. Esta siendo un invierno lleno de lluvias abundantes. El
clima está cambiando, toda la gente, políticos, trabajadores, estudiantes;
todos creen que es consecuencia del efecto invernadero y la contaminación
industrial. Son necesarias nuevas tecnologías para la producción de energía
renovable más eficaz y menos contaminante, pero a la sociedad pudiente de todo
el mundo no le interesa invertir en este tipo de proyectos. La conciencia del
siglo XXI aún no está a la altura de los tiempos que viven, a pesar de unos
pocos que luchan contra las ideas retrogradas de la mayoría. No son escuchados.
Los
desastres naturales están a la orden del día. Maremotos, ocasionados por
terremotos, huracanes, diluvios y muy pronto con la llegada del verano, las
sequías. La catástrofe en Haití unió a mucha gente para ayudar a levantar lo
que la naturaleza derribó. La naturaleza nos está dando la vuelta con la misma
moneda con que nosotros le hemos estado pagando durante tanto tiempo.
El papel de
la mujer ha evolucionado rápidamente en la sociedad actual durante los últimos
años, aunque todavía siguen batallando contra algunos pensamientos machistas
que se resisten a emprender la marcha de las cabezas y formas de actuar de
algunas personas de este país. Ahora dejan
atrás una lacra que sufrieron de lleno sus antecesoras hasta el final de la
represión del dictador, Francisco Franco.
El mundo entero está pendiente de la crisis financiera más grave que experimenta desde hace varias décadas. La “crisis del ladrillo” es la responsable de que el Estado español no pueda hacer frente a los gastos anuales previstos por el Gobierno. Aunque más tarde sabrían que no es ésta la causa sino una crisis a nivel mundial por la especulación de un dinero, que si tiene valor, ya no aciertan a determinar.
Hay millones
de parados esperando en la cola del INEM, buscando una solución a su problema
económico, esperando recibir esas prestaciones que les prometió su presidente
durante la campaña electoral de 2008. Entre tanto José Luis Rodríguez Zapatero,
Presidente del Gobierno de España, se dedica a hacer una política social y de
diálogo que ya no beneficia ni a quienes le votaron. Empleando su tiempo y el
de su gobierno en tomar medidas que sólo aterrizan en mayor desempleo y mayor
miedo para la población ante la posibilidad de volver a una sociedad pobre y
sin recursos.
La guerra de
Iraq sigue un rumbo perdido. Los yankees manipularon al planeta haciéndole
pensar que entraban en guerra para liberar al pueblo iraquí de una dictadura.
Lo que consiguieron fue bien distinto. ¿Liberarlos de una dictadura para
condenarlos a otra? Una nueva dictadura de bandas armadas, robos y saqueos.
Hace ya tiempo que perdieron el norte de su misión en aquel territorio. ¿Qué
buscan? ¿Qué quieren?
En Cuba,
otra dictadura. Hasta hace algún tiempo la de Fidel Castro que, dado su
repentino deterioro de salud, cedió a su hermano, Raúl Castro. Los medios de
comunicación saltan en la pequeña pantalla con informativos acerca de la muerte
por huelga de hambre del preso político cubano que luchaba contra el régimen de
Castro. Y más tarde, otro paisano sigue la empresa del ya fallecido con un
final que se estima parecido.
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